lunes, 10 de mayo de 2010

Consejos prácticos para ayudar a un niño con discapacidad visual a manejar el ordenador

Lo que el maestro de aula reclama en muchas ocasiones no es tanto el conocimiento teórico de las necesidades de los niños y de los recursos a su alcance. Con frecuencia lo que pide del maestro de apoyo es comprensión sobre su temor y consejos prácticos que le ayuden en el día a día.

He aquí unos cuantos que espero le sirvan al sentarse delante de un “temido” ordenador con un “desconocido” niño con discapacidad visual

Lo primero, no tengas miedo al niño ciego. Míralo primero como niño y después irás descubriendo sus necesidades como persona que no ve. Y piensa que él puede tener tanto temor como tú.

Tampoco tengas miedo al ordenador; en él, todos los errores tienen solución.

Enséñale el ordenador primero como herramienta y explicarle para que se usa; recuerda que lo que es un objeto conocido para el resto para él ha podido pasar desapercibido hasta ahora.

No pretendas grandes logros en poco tiempo. Al principio es más importante el deseo por manejarlo que la habilidad con que lo haga. Disfruta de lo que le enseñas; así él disfrutará contigo y aprenderá más.

Empieza por ejercicios muy sencillos que le hagan percibir posibilidades de éxito en la tarea

Explícale el lenguaje que se usa ante un ordenador, y trata de ver la parte divertida del mismo.

Ponte en su lugar cuando él no esté presente, pero cuando esté contigo, mejor pregúntale, déjale que él se exprese y te diga lo que le resulta fácil y difícil, lo que entiende y lo que no.

No tengas miedo de no saber. Pregunta y coordínate con el resto de profesionales implicados y entre todos podréis hacerlo.

Cuando la tarea se te haga cuesta arriba, ten un poco de paciencia y soporta la frustración de ver que las cosas a veces son difíciles.

Por último, recuerda siempre que el objetivo es que el niño acabe siendo autónomo, así que no pesques por él; enséñale a pescar.